martes. 16.04.2024

Villa-lacre, un pueblo situado en Burgos y que no posee más de 10 habitantes censados, cuenta desde hace un tiempo con la presencia de tres vecinos muy curiosos. Se trata de tres jóvenes músicos: Unai que es violinista; Cesáreo, chelista; y Guillermo, pianista.

Todos decidieron mudarse a este pequeño pueblo buscando su tranquilidad para componer su música. Desde allí y con ayuda de las redes sociales, comparten su música. El objetivo, dicen, es acercar la música a gente no tan relacionada con la música clásica.

Ellos aseguran que no entienden cómo no lo había hecho nadie antes y defienden que no hacer falta irte lejos para estar solo de verdad. Sea lo que sea, de esta forma tan curiosa han conseguido llenar de su música este pueblo perteneciente a la España vaciada.

Tres jóvenes artistas llevan la música clásica a un pueblo de tan solo diez habitantes