viernes. 19.04.2024

Thierry Futeu, jugador camerunés de la selección española de rugby, cuenta cómo viajó desde Camerún, saltó la valla de Melilla para llegar a España y se convirtió en jugador profesional de rugby.

Inquieto y peleón, entrar en el barro y mancharse en el campo de batalla es su pasión. Detrás de Thierry Futeu, 'Titi' para todos, hay una historia de película. Entró a España en mayo de 2014, cuando más de 400 inmigrantes saltaron la valla de Melilla; él fue uno de ellos, de los que dieron gracias por llegar aquí. Fue al tercer intento y apenas con lo puesto, y con su traje de rugby, dejó a su familia en Camerún y se fue con el dinero que ganaba de sacar arena de la playa para la construcción en Marruecos.

Seis años y medio después de marcharse de su país, es jugador profesional en el Stade de Français, uno de los clubes más importantes en Francia, y es selccionado con el combinado español de rugby. "El rugby es mi pasión, me ha salvado", confiesa Futeu. "Viendo dónde vivía allí, no sé si ahora estaría vivo", declara el jugador.

Thierry jugaba al fútbol, como la mayoría de niños en Camerún. Pero por como en los estudios no le iba muy bien, su padre le dijo que se había acabado del deporte. Sin embargo, un amigo suyo le llevó a un campo de rugby y empezó a jugar en el Union Rugby Club Bilongue, pero no competían. Más tarde, le llamaron de la selección sub 20 y empezó a pensar que "tal vez" tenía futuro "en este deporte". Un amigo suyo le llamó para que fuesen a Marruecos para jugar al rugby; fue un viaje largo y duro en el que su padre le envió dinero y le dijo que volviera.

Resultó que esa llamada no era para jugar al rugby. Era para saltar la valla y llegar a España. Tras varios meses, a la tercera fue la vencida. Consiguió saltar la valla y tras unos meses en Melilla, Titi fue trasladado a Madrid, donde fue acogido por la ONG Movimientos por la Paz. Por edad le permitieron estar un año y luego estuvo en un piso en El Pozo (Madrid). Allí encontró un equipo de rugby, el Grifón. Ellos le ayudaron a pagarse el transporte hasta Ciudad Universitaria, que es donde entrenaban.

"El primer día fui pronto. Estaba esperando y de repente veo venir a varios con uniforme de policía. Y yo, siendo ilegal y sin papeles, pensé que iban a hacer un control. Empecé a temblar. Resulta que eran mis compañeros de equipo. Aún me entró más miedo", explica el jugador africano que en su primer día llegó pronto. Sus propios compañeros le dijeron: "Si algún día te para la policía, llámanos".

Tras varios equipos, acabó recalando en el Alcobendas de Primera División. Txiki Inchausti, su entrenador, le dio confianza para empezar a jugar en primera línea. Tres años después, pudo conseguir los papeles y la Federación Española le quería para la selección. "Para mí, era una manera de devolver lo que habían hecho por mí. Consiguieron los papeles, negociaron con la World Rugby, me admitieron para estar con la selección española y debuté contra Alemania (17 de marzo de 2019)", explica Titi.

Uno de los sueños de Thierry es poder disputar el Mundial con España. Explica que aún tiene problemas para pasar los controles en el aeropuerto, ya que él pasa por un lado y sus compañeros por otro. "Estoy comprando material para ayudar a los equipos de allí. Mi ilusión es montar la escuela de rugby más grande de Camerún", confiesa emocionado. "Me han propuesto hacer una película sobre mi historia. He dicho que no. Antes, quiero completar mi historia: ir al Mundial y demostrar lo que puedo hacer en Francia", dice en 'El País'.

La historia de Futeu, de saltar la valla de Melilla a jugar con la selección española...