Alvaro Sánchez. El Consejo de Ministros ha aprobado este pasado viernes 15 de noviembre un Real Decreto por el que concede a la científica asturiana Margarita Salas, recientemente fallecida en Madrid a los 80 años, la Medalla al Mérito en la Investigación y en la Educación Universitaria en la Categoría Oro a título póstumo.
«Es la científica más importante de España, lamentamos su muerte y esperamos que las nuevas generaciones de científicas y científicos recojan el testigo de su magisterio«, ha indicado la ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celáa, en la rueda de prensa posterior al citado Consejo de Ministros.
La concesión de esta medalla ya había sido anunciada hace siete días por el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en funciones, Pedro Duque, durante su visita a la capilla ardiente de Margarita Salas en el Tanatorio de La Paz de Madrid.
En el anterior Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno de España ya avanzó el inicio del trámite para otorgar este reconocimiento a la científica asturiana.
La bioquímica Margarita Salas (Canero, Asturias, 1938) fue una de las mayores científicas españolas del siglo XX. Investigadora del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid, Salas seguía trabajando en su laboratorio. “No concibo la vida sin investigación”, señaló Salas al recoger el pasado junio en Viena el Premio Inventor Europeo concedido por la Oficina Europea de Patentes y Marcas.
Salas se doctoró en bioquímica en 1963 por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente trabajó durante tres años con el Premio Nobel de bioquímica Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York. Más tarde regresó a España y fundó el primer grupo de investigación en genética molecular del país en 1967, en el CSIC.
Entre los logros de su carrera, Salas cuenta con el descubrimiento de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29, que tiene una aplicación crucial en biotecnología: permite amplificar el ADN de manera sencilla, rápida y fiable. Por ello se usa en medicina forense, oncología y arqueología, entre otras áreas. Esta tecnología ha sido además la patente más rentable del CSIC.
Salas aisló la enzima y demostró que funcionaba en las células humanas, marcando el comienzo de aplicaciones innovadoras para las pruebas de ADN. Esta técnica permite a los oncólogos ampliar pequeñas poblaciones de células que podrían dar lugar a tumores.
Salas siempre reivindicó el valor de la búsqueda de conocimiento. “Lo importante es hacer investigación básica de calidad, y de esta pueden salir resultados aplicables que no son previsibles a primera vista. Y sin embargo salen y pueden ser rentables”, afirmaba Salas.
A lo largo de su carrera, Margarita Salas recibió numerosos premios internacionales y nacionales, entre los que se encuentran la Medalla Mendel, el Premio Rey Jaime I, el Premio Nacional Ramón y Cajal, el Premio L’Oreal UNESCO y la Medalla Echegaray. Salas fue además miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y miembro de la Real Academia de Española, donde ocupó el sillón i.