viernes. 29.03.2024

CBN. "Si miro hacia atrás -ha dicho Molina al recibir su premio-, lo que tengo más claro es que si no me hubiera dedicado al cine estaría en el vacío. Quería hacer cine, sobre todo y ante todo", ha declarado la octogenaria que ha pedido ayuda a su amigo José Carlos Plaza para ver "qué hacía", porque le faltaba el aire.

Y es que Molina ha sido recibida en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera con todos los asistentes, prensa incluida, puestos en pie, con un larguísimo aplauso.

Patricia Ferreira, también directora de cine, presentó a la premiada como la compañera que le alentó en sus primeros años para dedicarse al cine, "modelo y referente, cineasta admirada, cómplice y amiga".

"Ha sido una guionista y directora pionera; para eso hay que ser muy valiente y ejercer esa valentía", ha dicho Ferreira.

Otro amigo, José Carlos Plaza, multipremiado maestro de las artes escénicas, ha valorado el "rigor inapelable, volcánico e inapelable" de su uso de la palabra y su respetuoso modo de versionar la obra de otro, y ha celebrado su "honestidad", al tiempo que resaltaba el haber sido una mujer "a contracorriente".

"Empezaste, vives y sigues a contracorriente: ¿no seremos los demás los que estamos equivocados?", ha manifestado el director teatral, quien considera a su amiga "modelo para generaciones de cineastas".

Molina ha dedicado su premio a las mujeres de su generación y a sus compañeras de CIMA "que han sabido sustituir la soledad por la solidaridad".

También ha tenido un recuerdo para la ex ministra feminista Carmen Alborch, por su contribución "a las inquietudes intelectuales que afectan a las mujeres", y también para "todas las mujeres que hemos batallado porque las mujeres tengan los mismos derechos que nuestros compañeros", entre ellas, la actual vicepresidenta en funciones y exministra de Cultura, Carmen Calvo.

Pero sobre todo, Molina ha trasladado su premio "a aquella niña de Córdoba, nacida en la Guerra Civil, que hizo todo lo posible por romper la inercia con la que destinaban a las mujeres a las tareas del hogar: a aquella niña que decidió dedicarse al cine".

"Las leyes han venido después de mucho batallar, y de muchas víctimas en el camino, pero ahora nos encontramos con algo que no esperábamos: el rechazo malintencionado y vergonzante de quienes quieren quitar las leyes contra la violencia de género. Todas las luces rojas se han encendido", ha dicho Molina.

La directora ha recordado que su vida ha estado rodeada de "hombres del futuro que me miraron como una igual y me alentaron", como José Sámano.

"La lucha de las mujeres no es un simple mimetismo. Pretendemos una acción transformadora de la realidad. Está en marcha y es irreversible. Por muchos palos que nos pongan en las ruedas, el cine es y será una de nuestras mejores armas", ha concluido Molina.

Arroparon a la cineasta varios centenares de personas, entre ellas, la junta directiva de CIMA al completo, directores como Imanol Uribe, Manuel Gutiérrez Aragón, Juanma Bajo Ulloa o Mariano Barroso, también presidente de la Academia de Cine, y alguna de sus antecesoras en el Premio, como Lola Salvador y Esther García.

Molina (Córdoba, 1936) es la primera directora de cine que recibe este reconocimiento en los casi cuarenta años que han pasado desde que se concede el premio; un hecho que, en palabras del propio jurado, "subsana una deuda histórica" con la cineasta.

También primera en obtener el título de directora-realizadora en la Escuela Oficial de Cinematografía, en 1969, y una de las primeras en pensar que las mujeres cineastas necesitaban organizarse, como demostró al fundar en 2006 la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

Una mujer excepcional, recompensada por abordar "de manera valiente la vanguardia, la autoficción y el clasicismo en su obra", cuya trayectoria comenzó en 1964 y hoy continúa, como académica de las Bellas Artes de San Fernando.

La cordobesa Josefina Molina, una cineasta que siempre vivió "a contracorriente",...